miércoles, 2 de febrero de 2011

La profecía del pozo


Silvia bajó al comedor,eran ya las ocho de la tarde,
seguro que las monjas ya estarían sirviendo la cena.
Fuera la lluvia arreciaba,eran una noche fría de enero,
que se hacía notar en las gruesas paredes de piedra,
del edificio gótico, de la residencia de estudiantes
de Oviedo.
A pesar de la lluvia,Silvia se acercó al pozo ,
este enmarcaba el antiguo claustro y siempre la había atraído
por la extraña leyenda templaria,que aparecía grabada en su frente.
Hoy parecía más oscuro su interior.
Siguió su camino hacia el comedor,no tenía hambre,
pero sabía que Sor Presa,
la apuntaría en la lista negra, si no aparecía y no quería
estar fregando platos dos semanas seguidas.
Cuando estaba pasando cerca de los aseos,oyó una especie de
susurro,como una voz que la llamaba,pero no prestó atención
pensando que podía ser el viento.No obstante,apretó el paso.
Entonces la vio,era una sombra oscura,un tanto informe.
Salió corriendo asustada y en su precipitación,tropezó y cayó
por la escalera de caracol,perdiendo el conocimiento.
Cuando despertó,no estaba en la residencia y se notó más ligera.
Pensó que se elevaba y no reconoció el entorno.
Presa del pánico intentó hablar,pero solo consiguió emitir un extraño
susurro.Flotó y pudo verse reflejada,era igual que la sombra que había
visto con anterioridad.Esto no puede estar pasando susurró y de pronto
apareció de nuevo en la residencia y vio como su amiga Laura,la miraba
y gritaba y al correr,se caía ella también por misma escalera.
Un ejército de sombras, fueron a buscar también a Laura.
La profecía del pozo se había cumplido.