sábado, 1 de enero de 2011

SABÍAMOS QUE NO DURARÍA


Sabíamos que no duraría,

pero la cruel certeza,no hacía sino excitarnos aún más,

condensando nuestro mundo,

en esencia de flor pura,

que nos embriagó con su olor.


Sabíamos que no duraría,

pero nos enamoramos,

quemando cada segundo,

como una gran bengala,

que deslumbró con su brillo,

pero al apagarse dejó solo negrura,

y vacío a su alrrededor.


Sabíamos que no duraría,

pero nos hicimos daño.

Cuando el final llegó, nos encontró desnudos,

y su fría certeza nos congeló por completo.



Intentamos prender el último fósforo,

como esperanza tardía,

buscando un poco de calor.

Pero nos quemamos los dedos.


Sabíamos que no duraría,

no fuiste a despedirme,

me dejaste sola, perdida,

ante la amplitud del mundo,

y todavía no he encontrado mi camino.

CLAROSCUROS


La penumbra va invadiendo el parque,

las primeras farolas,se van encendiendo,

el día se va oscureciendo,

predominando, ya, los grises.


Claroscuros,humedades,

entre grises y opacos,

la noche va venciendo al día.

La luz deja paso, a la oscuridad.


¡Cuantas veces vimos anochecer juntos, en el parque!

Buscando luego los rincones ocultos,

para amarnos sin tregua,

para amarnos sin verguenzas.


Tus manos frías,debajo de mi ropa,

buscaban mi calor,buscaban mi deseo.

Encuentros apresurados,

que encendían la pasión,inflamándose en lo clandestino.


Luego,saciados los instintos,

sudorosos y cómplices,

volvíamos a nuestras casas,por separado.

Soñando en nuestras camas de adolescentes,con el siguiente encuentro.


lunes, 27 de diciembre de 2010

ENSOÑACION



Era un tiempo cercano al invierno,

la noche era muy fría,

pero el fuego del hogar,

calentaba nuestros corazones.


La decoración navideña,

iluminaba la estancia,

dando a tu hermoso rostro,

toques rojizos y pasionales.


No hablábamos,

no decíamos nada,

pero nuestros ojos lo decían todo,

húmedos de la emoción.


Tu mano rozó la mía,

en un encuentro electrizante,

parecíamos ver una película,

pero solo notábamos, el calor del otro.


Fue solo un segundo,

pero contuvo toda una vida,

el instante mágico en el que tu brazo,

rodeó mi espalda.


Perdimos la noción de todo,

al apoyar mi cabeza en tu hombro.

Solo oíamos,el latir de dos corazones enamorados,

que sueñan ser solo uno.


Cuando sueño contigo,

aún tiemblo,

pero no de deseo,

sino de amor con mayúsculas.


Nunca un roce pudo provocar tanto placer,

ni una esperanza calentar tanto.