sábado, 10 de diciembre de 2011
LLUVIA DE OTOÑO
Fuera en la calle, llueve,
el cielo plomizo llora,
pero no son lágrimas de pena,
sino de esperanza.
Son suaves, tal vez frías,
pero limpian y abrillantan,
corazones desgastados, corazones erosionados,
por la crudeza de los años,
por la rudeza de los sentimientos no correspondidos.
Un matrimonio baldío que por un solo fruto,
ha quemado un terreno fértil,rico
convertido ahora en cenizas, arrasado vilmente,
y agotado, en su negra superficie.
Pero oculta un limo fecundo, un tesoro,
que poco a poco irá aflorando, con las gotas de una lluvia,
que lo ha ido regando y alimentando,
con los colores del otoño.
Su semilla quiere brotar de nuevo,
y sueña con dar un tierno fruto,
dulce e intenso, limpio y regenerado,
que ya habrá madurado,
en la próxima estación.
-Esperanzas de libertad y de un nuevo amor-
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