miércoles, 18 de mayo de 2011

AMOR VERDADERO




Toda la magia se rompió,
se quebró como un vaso que se cae y se hace añicos.
Asimismo mis ilusiones se hicieron pedacitos,
tan pequeños eran éstos,
que aún los estoy recogiendo.

La mirada en el suelo,
con un corazón de fuego,
que no se somete.
-El choque fue frontal-

Dime amor,
¿dónde te has ocultado?
¿Por qué disfrutas en engañarme?
He perdido ya la cuenta,
de tus innumerables máscaras.

El teatro de la vida,
sigue su marcha,
deambulando por el mundo,
hace reír.

Tantos años ya,
de incesante búsqueda espiritual,
de innumerables batacazos,
de infatigables hachazos.
¡Oh corazón mío!
¡No se como te sostienes aún!

Levantarse y caer,
caer y levantarse,
mis piernas aún son fuertes,
y pueden aguantar el peso de más desilusiones,
el recorrido de muchos más caminos,
el polvo de otras tierras,
-estelas en la mar-

No se muy bien cual será el final,
Ó si alcanzaré algún día,
la plenitud del alma, en mis sentimientos,
la embriaguez de los sentidos,
la añorada paz,
y la simultaneidad de lo correspondido.

Ciertamente, no pienso conformarme,
con cualquier cosa,
necesito todo ó nada.

Una borrachera del sentir,
que no fulmine el día,
que no acabe tras el champán,
que no sea flor de un día,
ni de una situación dada,
ni circunstancial,
sino absoluta, total y arrolladora,
que dure hasta el final de nuestros días,
porque la individualidad dará paso a la dualidad,
y después a la multiplicidad,
porque el amor da sus frutos.

Si no lo encuentro,
no quiero nada,
no me conformo con sucedáneos.

Indómita naturaleza la mía,
que me obliga a seguir adelante,
a no detenerme,
y solo me permite volver la vista atrás,
para comprobar que los frutos de la experiencia,
no caducan y sí enseñan.

A prosperar,
a progresar,
a continuar
y sobre todo a no flaquear.

Gracias Dios mío,
por haberme hecho así,
de débil pasta,
pero de fuerte corazón,
que solo aflora cuando estoy a punto de caer,
me zarandea,
me pelea,
y me sube,
haciéndome ir de nuevo hacia delante,
en ésa búsqueda infatigable hacia lo puro,
hacia lo inmutable,
que no perece,
en favor de lo eterno.

JUICIO




Sonriente ante la gente,
perdida entre rostros sin nombre,
creo flotar en la llana espesura,
de tus locas ilusiones.

La mirada perdida,
solo ve duda y vacilación,
como barco sin rumbo navego,
entre la densa niebla de la divagación.

El alma quebrada,
la mente confusa
y el corazón destrozado,
llevan a juicio al desengaño.

Palabras acusadoras resuenan,
adioses perdidos en el tiempo,
retornan y dañan en la sala,
condena perpetua al amor.

Destierro al fin del alma,
corazón parecido al magma,
deseo permanentemente encerrado.
Ártica frialdad, llevó al fin,
a tu propia soledad.