jueves, 18 de agosto de 2011

PROMESA INCIERTA


Tu efigie veo,
tu cuerpo deseo,
mi mente divaga,
la razón ata,
el corazón arrebata.
Los anhelos esperan.

La cabeza detiene,
el instinto da alas.
Los ojos abrasan,
las manos acarician,
el miedo paraliza,
el adiós se desliza.

De nuevo separados,
pensando lo ocurrido,
el corazón confundido,
nuestro espíritu evocado,
sentimientos cercados.
El amor atado y bien sujeto.

El velo descorrido,
-sentimientos a flor de piel-
Los dedos candentes,
en derredor sonrientes,
de nuevo la promesa incierta,
la despedida cierta.

Cada vez que te veo, confundes mis sentidos.