sábado, 12 de noviembre de 2011

INTROSPECCIÓN




Siento un halo de espiritualidad,
en esta soledad manifiesta,
y autoimpuesta.

Necesito hacer un alto en el camino,
mirar dentro de mí,
buscando algo de armonía.

Mis anhelos han quedado solo en eso,
en sueños imposibles,
en deseo irrealizables.

Pero ¡cuanta felicidad aportaron a mi vida!
Fueron instantes en los que creí,
que todo era posible a tu lado.

Al final estamos solos,
frente a la vida, frente al mundo,
y debemos valorarnos,
porque nadie más puede hacerlo.

Solo pueden regalarnos,
tenues espejismos de amor,
que se difuminarán,
con la luz del amanecer.

La realidad tiene un toque grisáceo,
y algo desvaído quizás.

Solo tú puedes darle color a tu vida.

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