Eres un indescifrable jeroglífico,
jamás lograré entenderte,
porque la incoherencia nunca se define.
Tú y yo
yo y tú,
dos cometas paralelos
que siempre, eternos se cruzan,
pero nunca se rozan.
La conciencia siempre permanece
y nunca perece
ni en aras de un sueño.
Juguemos al olvido,
aunque nunca hay nada absoluto.
Tal vez hoy Orfeo,
me de un poco de paz,
amar sin soñar,
-mi cielo-
¿Y quién los entiende? Mandamé a Orfeo para que me de un poco de paz con su música también a mí.
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