lunes, 24 de mayo de 2010

Días de vino y rosas


Después de la tempestad llega la calma
Tranquilidad más preciada por la tormenta pasada
Momentos dulces que hay que aprovechar
porque en cualquier momento se desencadenará un temporal,
que hunda barcos, arrastrándolos hasta el fondo del mar.
Los extremos opuestos se atraen,
¿pero que ocurre con los extremos y los medios?
No pensemos en ello,
Vivamos lo que nos ofrece el día
Sin pensar en el mañana
Sólo existe el hoy,
ni pasado, ni futuro.
dejemos de ser tú y yo,
saboreemos unos días más la paz establecida.

1 comentario:

  1. Creo que más bien Alea jacta est, suele pasar cuando se cruza el Rubicón, que después llegan los idus de marzo.

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