lunes, 24 de mayo de 2010

Tomando…algo


Después de tres semanas lloviendo sin parar, luego dicen que no llueve, por fin sale el sol. El cielo está despejado, no hay ni una nube, corre una suave brisa.
Hoy si que voy a poder tumbarme a tomar el sol. Tras tanto tiempo sin que mi piel reciba ni un poquito de los rayos solares, mi color es de un blanco lechoso. Para conseguir un moreno digno, tendría que untarme por lo menos cinco botes de crema autobronceadora.
Los solarium no los puedo usar, no tendría un tostado, sino que parecería un cangrejo de río cocinado con tomate y encima acabaría mudando la piel como las serpientes. Tiras y tiras largas y anchas, eso claro sin contar las ampollas y dolores durante unos cuantos días.
Preparo algo rápido de comer, tengo que aprovechar éste fabuloso día. Una ensalada y unos filetes, más que suficiente, hoy voy a trabajar ligera. No me va a pesar, ni a dar sueño la tripa llena de comida. Cuando hace malo y no puedo salir es lo que hago comer y comer.
Voy al cuarto, cojo el bikini y me lo pongo raudo y veloz, no hay segundo que perder. Ni tan siquiera me depilaré, aunque los pelos son tan largos que parezco Bob Marley, pero como me pongo en la terraza de mi casa, nadie me va a ver y si así fuera me daría lo mismo, si quieren que se animen a hacerme rastas.
Saco el cojín de la hamaca para estar más cómoda, van a ser tres horas muy intensas. Me unto todo el cuerpo con crema solar y me tumbo, ¡qué felicidad! Los calidos rayos alcanzan mi piel, siento un gran bienestar. Soy como un pollo al horno, vuelta y vuelta.
Comienzo a sentir como mis poros empiezan a sudar,es el calor, hasta que noto que las gotas que corren por mi piel son demasiado frías, abro los ojos y lo que yo creía sudor no es más que la diluviada que me está cayendo. A tomar por culo, otra vez lloviendo. Todo mi gozo en un pozo.
Que se joda el tiempo. Después de tanto preparativo, aunque sea tomaré la lluvia. Seguramente me pille un gripazo del tres, así que en cama, eso sí las ganas de comer volverán. Cuando me recupere llamaré a los albañiles para que me hagan las puertas más anchas.

2 comentarios:

  1. Yo no llamaría a los albañiles, ¿para qué? culazo va, culazo viene, acabas derribando la pared. Sale más barato.

    ResponderEliminar