lunes, 17 de mayo de 2010

Hasta que sople el viento


Hoy te lo voy a decir.
Ya estoy harta de esperar,
Harta de tus no normas
Que me hacen dudar de cada palabra.
Me muevo entre extremos, sin pasar por tus grises.
Haz lo que quieras y no pienses en lo que yo quiero,
Pero si no pienso te pierdo y si lo hago me pierdo a mí misma.
Te perderé entonces, sin ti puedo vivir, no te necesito tanto como tú te crees
Nunca lo he hecho.
Yo he cumplido con mi parte del pacto,
Si alguna vez me lo he saltado fue porque me animaste a hacerlo
Y cada vez retrocedías amparándote en las palabras que sellaron lo que está a punto de suceder.
Qué soy como una veleta, pues sí, me inclino hacía donde sopla el viento,
Pero mi base está anclada siempre en su sitio.
Quédate en tú comodidad de creer saberlo todo,
en tu miedo a perjudicarme, quédate donde estás
que yo oigo el viento del Este acercarse.
Cuando vuelva a cambiar ya nos encontraremos.

3 comentarios:

  1. Su no fuese por el relatazo que viene a continuación pensaría que nos han cambiado a nuestra Posedeia(espero que no te moleste tanta familiaridad)¿Quién será ese hombre misterioso qué te hace escribir estas cosas? Estoy intrigada porque creo que cuando te pones romántica piensas siempre en el mismo.

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  2. Nunca me molestaría la familiaridad de uno de los lectores de éste nuestro blog, de hecho me halaga que ya me consideres como vuestra jajajaja,
    ¿Hombre misterioso?¿Qué hombre misterioso? Te remito a la entrada de No entiendo, no intentes liarme que de esas cosas sensibles yo no entiendo jajajaja

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  3. Muy chulo me recuerda al viento del Este en el libro Chocolat

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