domingo, 25 de abril de 2010

Alejandro Magno

Intentando centrar mi mente en algo menos indecoroso que los relatos eróticos, al menos durante el día de hoy, quiero describir lo que me hace sentir la figura de Alejandro Magno, para ello voy a editar en este blog una carta que escribí hace un tiempo.

Querido Alejandro:

Espero que no te moleste que te tutee, pero he leido tantos libros sobre tí que ya siento como si nos conociésemos, he mantenido conversaciones contigo en innumerables noches oscuras, estudiando la estrategia a seguir en la dura batalla que al día siguiente nos enfrentaría a los persas.

La primera vez que vi un busto tuyo, mi alma te reconoció al instante, siglos nos separan y sin embargo sé que te pertenezco, como uno más de aquellos soldados que te siguieron por medio mundo.

Como el más fiel de tus lugartenientes, me imagino esperando firme a tu lado al adversario, lanzándome fiero y salvaje contra él, mientras tú, sobre el bravo Bucéfalo destrozas las filas enemigas, volviendo siempre invicto y glorioso sobre tú corcel.

Cruel y megalómano, con un gran ansia de poder te describen algunos, magnánimo y generoso, con avidez de conocimientos y de libertad te veo yo, ni ha habido ni habrá nadie igual que tú.

Ya no hay espacio para ti en este mundo, un mundo que tú ayudaste a crear, uniste culturas y luchaste en tierras desconocidas enfrentándote cada día a la muerte, pero sin dar nunca un paso atrás. Un guerrero con alma de soñador, tenías la fuerza y la habilidad para que tus deseos se cumpliesen y no perdiste el tiempo pensando en lo que harías si no lo lograbas, porque la palabra derrota no forma parte de tú vocabulario.
Ni siquiera la muerte ha podido contigo.

Siempre adelante Alejandro, gran amigo, gran amante, gran soldado, gran hombre, gran rey, grande en todo lo que te propusiste.

Te echo de menos

2 comentarios:

  1. Estoy plenamente de acuerdo,
    que gran hombre,yo tambien lo admiro aunque es una pena no poder conocer a un héroe como él.

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  2. Buscate otro que este es mío y no lo suelto. De todas formas, piensa que un hombre como él en nuestros días probablemente no sería un héroe sino un criminal de guerra.

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