domingo, 1 de agosto de 2010
TU CAFÉ
En tu café me siento en casa,
territorio sin nombre que vibra con su color,
embajada de paz enmedio del caos,
desierto infinito entre laberínticas calles,
luz que resplandece entre las sombras,
como faro de Alejandría me atrae,
como asimismo tus ojos,
ojos que no se adonde me llevarán,
o si me llevarán a alguna parte.
-Inflamado deseo que crece con cada encuentro-
El destino me llevó allí aquél día,
junto a tí,
y como siempre comienzo a quemar tu sitio,
la esperanza crece a la par de mi deseo,
tu rostro me llama,
me dirige
y condiciona de forma silenciosa.
Reacio a mi marcha mil indirectas pronuncias,
mi música preferida suena entonces,
y me sacas de mi cesta,
embrujándome con tus ojos como flauta de encantador,
y ya pierdo mi identidad en pos de la tuya,
soñando entre tus oasis.
-Remanso de paz que calma el espíritu-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Si, si, se nota que es el café lo que atrae. El camarero no tiene nada que ver ¿remanso de paz que calma el espíritu? más bien que altera el espíritu. oh a lele....a lele
ResponderEliminar