lunes, 19 de abril de 2010
El amor de mi vida
Él trabajaba en un hotel de cuatro estrellas,
ella fue allí de vacaciones,
no se enamoraron al instante,pero los dias fluyeron como el Nilo y se hicieron inseparables.
Día tras día iban descubriéndose,amándose sin mesura,explorando paraisos terrenales.
No hablaban la misma lengua pero el lenguaje del amor era suficiente,la medida de ese amor era amarse sin medida.
Solo querían estar juntos,ver anochecer o amanecer entre el vaivén de las aguas,visitar lugares de ensueño,compartir la misma mesa,la misma cama.
Eran dos en una misma carne,las lágrimas brotaban de sus ojos en la intimidad,era tal la grandeza de su amor.
Reían a cada instante,compartían todo lo bueno y lo malo con un sentimiento tal que los asustaba por su magnitud.
Cuando tenían que separarse era tal su desconsuelo que hasta enfermaban y contaban los segundos para volver a verse,mientras las facturas de teléfono subían de forma alarmante.
Cada vez que se veían se sentían completos,plenos y pensaban que nada en el mundo podría separarlos.
Hacían planes de boda,se comprometieron y regalaron sus alianzas de boda,recitaron la primera azora de la fatiha para sellar su unión. Hasta decidieron el número de hijos que tendrían y sus nombres.
El último encuentro fue el mas intenso,estuvieron en la playa,se juraron amor eterno bajo la noche estrellada y pusieron fecha a su boda acordando que esa sería la última vez que se separarían.
Ella voló de su lado pero con el corazón anhelante lleno de proyectos en común.
Al volver a su país todo cambió,
la familia de él se negó a su enlace y él desapareció momentáneamente preso del dolor.
Ella volvió a viajar,quedaron y él desesperado le contó que le habían obligado a un matrimonio concertado con una prima.
Volvieron a amarse por última vez .
Les podrán haber separado en esta vida pero no en la otra.
Todavía se aman,cuando hablan por teléfono es como si nada hubiese cambiado.
Eternamente sus espirítus estarán unidos por siempre.
El alma vuela libre y donde no pueden encontrarse los cuerpos,sí lo pueden hacer las almas.
Nadie podrá matar nunca ese amor.
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Que tierno, que bonito. ¿sin mesura? ¿vaivén? quién es la pervertida. En serio me ha gustado mucho.
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