miércoles, 21 de abril de 2010

Palabras


Estaba releyendo el relato que colgue ayer "Enamorados" y hay algo que no termina de gustarme. Pensaba quitar la entrada, pero al final he decidido dejarla en recuerdo al motivo de tan poca falta de inspiración.
Fue un relato escrito bajo los efectos de un resacón orgasmil de palabras, y es que para mí no hay mayor placer que las palabras adecuadas en el momento oportuno.
Los palos y las piedras pueden romperte la espalda pero las palabras, queridos míos, penetran en tu mente, haciendo que las neuronas sufran cortocircuitos que acaban con la teoría del espacio- tiempo. Colocan a tu lado personas desconocidas que susurran lo que más deseas oir en ese momento, tus manos se convierten en sus manos y te sientes llena del anónimo forastero.
Sus palabras hacen que caigas de rodillas, aturdida por el impacto que han provocado. Reconozco que mi tridente tembló y cayo al suelo, quedando abandonado durante varias horas.
Hoy lo recojo más dispuesta que nunca, a continuar con esta aventura en la que acompañada de Ayesha y Brujilla espero que algún día alguna de nuestras palabras se introduzcan en vuestros cerebros provocando una descarga de energia que os deje agotados física o psiquicamente, o ambas dos.
Qué el polvo de hada, los hechizos de bruja y el afilado tridente sigan juntos por mucho tiempo. Recordad lo que tan a menudo nos recuerda Ayesha en sus poemas, lo efimera que es la vida, así que sin más CARPE DIEM.

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