lunes, 3 de mayo de 2010

Cuando me pica...


No sé como definirme, casquivana, ninfomana o calentorra.
Hablando con mis amigas sobre los sitios donde habíamos practicado el sexo: en la mesa de la cocina, en el coche, en el baño de algún bar o discoteca, se sentían innovadoras algunas de ellas.
Al principio sólo me limitaba a escuchar, cuando me preguntaron, dije que en la cama, pasaba de dar explicaciones. Me insistieron tanto que empecé diciendo que en algún baño también lo había hecho, pero que no fue una cosa del otro mundo, los catalogue como simples empujones contra la pared.
Entonces una de ellas dijo que lo había hecho en el parque, y le pregunte qué dónde.
- Pues en la hierba, ¿dónde si no?
- entonces como si fuera la cama. Que poca imaginación, con la de cosas que se pueden utilizar en el parque – se me escapo
Todas me miraron, pues como dije que yo lo hacía en la cama, la que supuestamente carecía de imaginación era yo. Así que me encendí un cigarrillo y comencé a relatar:
En un columpio había un chico con el torso descubierto, marcaba todos los abdominales, vamos que era la tableta de chocolate completa. Me acerque y le dije que tuviera cuidado, que con tanto calor se podría derretir.
Le pedí, subir en el columpio con él, a lo que no se nego.
Creyendo que me sentaría de espaldas a él, me hizo un pequeño hueco en el columpio, cual fue su sorpresa cuando me senté a horcajadas sobre él, pasando las piernas por el interior de las cadenas, dejando todo mi vivalbo en su recién abultado badajo. Retiré mi braguita y procedí a bajar un poco su pantalón. Una vez dentro su miembro, empezamos a columpiarnos, fue bestial.
Acabe con las cadenas marcadas en mis muslos, pero mereció la pena.
Otra vez en mi casa, aprovechando el centrifugado de una lavadora que se recorría toda la cocina, el orgasmo fue también de ole bandera. Porque tenía una enorme y erecta verga entrando y saliendo, notando las vibraciones de la máquina, era como cuando estoy con el vibrador. Hasta las lágrimas se me saltaban.
En una hamaca colgante que folle como una loca, pero la hostia al girarse la tela fue tremenda.
Con la que más me he divertido fue encima de una moto, cambiamos de postura no se cuantas veces, lo que si puedo decir es que con cada cambio tuve un orgasmo, no sé cuantos fueron porque a partir de sexto perdí la cuenta. Estaba tan sumamente mojada que el asiento acabo empapado, tuvimos que secarlo con una camiseta, para poder sentarnos y volver a casa.
También lo he hecho encima de un caballo, en una piscina, en un mostrador y no sé en cuantos sitios más. Tal es mi ansia de hacerlo en sitios diferentes que me estoy haciendo una casa nueva con mi pareja pues he de decir que ya he probado en todos los sitios, os informo que el hormigón y los ladrillos son fabulosos para quitar la piel de naranja. Mi piel está suave y tersa.
Alguien ha probado en la montaña rusa con lupping, sólo de pensarlo me enciendo. Lo siento os dejo, voy a buscar a mi bombero. ¿qué queréis que os diga? Cuando me pica…busco quien me rasque

2 comentarios:

  1. Que pandilla de salidorras y nunca habia oido lo del vivalbo.
    Muy buena esa que no tenia imaginacion,pues si la llega a tener...

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  2. hija, hay que explicartelo todo (vale yo también tuve que preguntar a Brujilla) vivalvo = almeja, ostra, mejillón osea una mariscada jajajaja

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