martes, 6 de abril de 2010
Respeto
Lo primero que te enseñan desde la infancia, es que hay que respetar. Siempre lo he tenido muy en cuenta, procurando no faltar nunca a nadie ni a nada. Pero a mí y a los que son como yo ¿quién lo cumple?, me refiero a los fumadores. Respetamos que no se fume en ciertos lugares públicos, hospitales, bibliotecas, medios de transporte o incluso en las oficinas. Sin embargo, que me prohíban hacerlo en un lugar de ocio como son los bares, restaurantes, pub o discotecas me parece un insulto. Como acabo de exponer es un sitio donde voy a relajarme y distraerme de las obligaciones diarias, no tengo que dar explicaciones de lo que hago en mi tiempo libre, ¡es mío! Todo ciudadano tiene unos deberes y unos derechos. Yo cumplo con mis obligaciones, entonces ¿por qué me quitan mi derecho a fumar?
La excusa es el elevado coste que produce el tabaquismo en la Seguridad Social. La mayoría de los fumadores no vamos al médico y cuando lo visitamos nada tiene que ver con el tabaco.
El gasto que un fumador crea a la Seguridad Social es de un 30% y me excedo, pues bien, también crea un ingreso por cada cajetilla del 80%, que es lo que se lleva nuestro queridísimo estado, yo fumo una marca que cuesta 3,10€ en los bares, de los cuales el estado se embolsa 2,40€ aproximadamente, por treinta días que tiene un mes son alrededor de 70€. Eso una persona sola, realizando la misma operación con todos los consumidores, hagan sus apuestas señores.
Encima tengo que aguantar que me traten como una apestada, no tengo ninguna enfermedad contagiosa, hasta el momento la locura y la sinceridad no lo son.
Hablan de los años de Franco, los cuales yo no he vivido, pero sí sé que su época era una dictadura. ¿Y qué vivimos ahora? La única diferencia es que aquella estaba a la luz del sol y la de nuestros días está camuflada bajo talantes hipócritas.
Es por mi bien dicen. Si quieren hacer algo por mí que se vayan a su casa a comer regalices y me dejen con mi fumadero particular.
Ya que he sacado el tema franquista, creo de muy mal gusto, muy poco ético y de una falta de moralidad extraordinaria, quitar todo lo que recuerde a Franco, como sus esculturas, y los embalses porque no pueden. A pesar de todos los que están en contra de lo que hizo este hombre pertenece a nuestra historia, para bien o para mal.
Aquí tienen otra falta de respeto, así que como a mí no me gustan los políticos, ni lo que hacen, empezaré a quitar y a destruir todo lo que haga referencia a ellos, al fin y al cabo es lo que me están enseñando. Todo aquello que a mi juicio esté mal, será eliminado, cuando lleguen las elecciones romperé los carteles con sus hipócritas y cínicos rostros, porque esta época si la estoy viviendo y no me gusta, así que fuera, al baúl de las miserias.
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Desde luego que ser mas irrespetuoso eres
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