jueves, 15 de abril de 2010
Las cosas claras
Hace unos días en un bar a horas intempestivas, escuché una conversación de la que me río todavía hoy al recordarla.
No penséis que alterno, soy camarera del local casi veinticuatro horas al día. La cuestión, es que había una mujer sentada en la barra, dándome el tostón, que si quiero a no se quien, que sólo va con mujeres pagando. Un coñazo de tía, vamos.
No encontraba la forma de deshacerme de ella.
En esto, entran dos clientes habituales, aunque nunca venían a esas horas. Pero en esta ocasión, acababan de llegar de un viaje de Teruel.
Antes de irse a casa les apetecía tomarse la penúltima, decir la última es mal fario, por algún motivo dejas de beber.
Estaban hablando del viaje, cuando la mujer al oír jamón dijo:
- pues trae uno y lo comemos
¡Ya se formo el lío!
- te gusta el jamón- dijo uno riéndose – pero, ¿a qué no has probado el jamón de Teruel?
- Es que no conozco Teruel
- ¿Qué no conoces Teruel? Tengo un jamón de cinco jotas con el que lo vas a ver a vista de pájaro
- Yo para comer jamón siempre estoy dispuesta y si encima conozco Teruel mejor que mejor
- No, si Teruel lo vas a conocer pero bien. Y que el jamón te lo vas a comer también. Pero lo quieres deshuesado, ¿no?
- Si, mejor así. Para no desperdiciar nada
- Eso nunca. No puedes dejar nada
- ¿Cuándo comemos el jamón de Teruel?
- Cuando tú quieras. Mira como me caes bien, el de Teruel y el de Huelva pero de cinco jotas
- ¿También de Huelva? Es otro sitio que no conozco
- Pues también vas a ver Huelva. Hasta los peñones de Gibraltar, si quieres
Después de unos cuantos whiskies, la conversación no variaba.
Él con una borrachera del copón intentando llevarse a la mujer al huerto, para enseñarle toda España e ir a probar sus especialidades, y ella con que iba a comer jamón ibérico del bueno.
Al final, cada uno a su casa, ni jamón ni polvo.
Consejo para los hombres: Miren que la mujer con la que intentan ligar, esté centrada y no le haga perder el tiempo y el dinero.
Consejo para las mujeres: Tengan cuidado con los embutidos, comerlos sin conocimiento engordan. Se reproducen dentro de nuestro cuerpo, lo que nos deforma. Así que hay que asegurarse de que son bajo en grasas.
¿Merece la pena llevarse a casa un cerdo entero por un trozo de chorizo o jamón?
Yo por si acaso, continuaré con mi amigo de pilas, que ni molesta ni engorda. Va a ser que os dejo para sacarle de mi cajón y desatascar tuberías.
Otro día hablaré de los fontaneros.
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Esa tiene que comer mucho chorizo de Albadalejo para espabilarse.
ResponderEliminarAnda brujilla que no lleva enseñanza este relato,para 100 gramos de chorizo ¿para que te vas a quedar con el cerdo entero?
ResponderEliminarInclinate por los druños,cojones como puños y el chorizo de albadalejo que la primera rodaja no tiene pellejo.