miércoles, 14 de abril de 2010
Vecinas
Qué malas somos las mujeres…
Yo la primera. Serpientes de cascabel, víboras y cobras a mi lado son simples juguetes.
Lo que no seré nunca, si lo hago doy permiso para que se me abofetee, es ser zorra y fisgona. No me dedico a vivir la vida de los demás.
Un ejemplo, si me pongo minifalda, de las que casi se enseña el culo, mi vecina siempre dispuesta a perder horas de sueño para vigilarme, se pone una falda cinturón al salir a la compra.
Claro ella tiene que usar las tijeras para recortarla, usa refajos de la época barroca.
Debe de tener un armario lleno de trozos de tela, de todo lo que recorta. Sobre todo para convertir las bragazas de cuello vuelto en pequeñísimas tangas. Vamos, que mejor que no se ponga nada.
¡arg!¡qué asco!¡quita, quita! Sólo de pensarlo me dan ganas de vomitar.
Más que más, por imaginar su cara difícil de mirar. Porque una cosa es ser fea y otra que el culo pelado de un mandril sea más grato de mirar.
La tipa de la casa, aunque separada de la mía por diez metros, siempre consigue apoderarse de los regalos que me mandan por correo. Lo huele o tiene un radar porque en cuanto no hay que pagar, asalta al cartero.
Ya cansada de que me quite las cosas, que no puedo reclamar al no especificar nombre, sólo viene dirección.
Y como no, en este pueblo no deben gustar los números.
No, que sólo sabemos contar hasta diez, vamos a poner letras. Cogemos el 1 y le agregamos una letra hasta completar el abecedario, luego el 2 y así sucesivamente.
Bueno, que me disperso, como dice mi jodía hermana, es guay, paranoica, pero mola. Esa historia otro día, que me voy otra vez.
Pues eso, ya harta, en un descuido que deja abierta la puerta de su casa. Entro…
Me llevo los quemadores de su cocina, más antigua que las que se usaban en tiempo de Carolo el Grande. La mía es de inducción, que se joda.
¿Eso a qué incita? A que me haga una visita:
- ¿Por qué te has llevado mis quemadores?
- ¿Quién yo?
- Si tú
- Yo no fui
Debió ser alguna urraca que le gustaba apropiarse de lo ajeno. Seguro que cuando apareciesen mis cosas aparecerían las suyas. Obviamente que lo haga pronto, porque si no cenaran latas de atún durante un año.
¡Increíble! Por arte de magia aparecen los cachivaches en mi puerta y los quemadores en la suya, con una nota:
LA PROXIMA VEZ LA COCINA ENTERA, PAJARRACO.
¿Creen que me merezco esa bofetada? Opinen, con poner plaf me doy por golpeada.
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plaf, plaf. Se me ha ocurrido que con los trozos de tela recortados se podría hacer un paracaidas.
ResponderEliminarplaf
ResponderEliminaryo haria unos chubasqueros